Mi despertar espiritual está siendo progresivo desde 2011-2012 donde empiezo a observar distintos acontecimientos en mi vida y a mirarme profundamente en ellos.
Una versión de mi que no aceptaba, el descubrimiento del Amor, algo que mi mente trataba de entender desesperadamente alejandome cada vez más de él, mi cuerpo reaccionando a mis huidas emocionales, la repetición de símbolos, las sincronías y causalidades, el alineamiento perfecto de la vida, las repeticiones y un único mensaje: integrar las polaridades.
Tan solo bastaba pararse a observar, hacia dentro y hacia fuera, para darme cuenta de dos fuerzas completamente opuestas jalaban de mi y me dividian continuamente.
Rechazaba profundamente lo desconocido, lo desagradable, me apegaba a lo agradable, a lo cómodo y conocido, me polarizaba en los extremos, siempre debía elegir entre uno u otro, entre papá y mamá, entre una Laura que me gustaba y la otra que no, entre yo y él, entre tu y yo, entre bueno o malo, entre lo que es espiritual y lo que no y largo y extenso etc, que podría nunca acabar.
Entre todo ese vaivén de la vida, me encontré en paz siendo una en el amor, en la naturaleza, en las miradas nobles, en la fusión de mi cuerpo con el suyo, en la fotografía, en el silencio y la meditación, en lugares sagrados, en la sabiduría del yoga, la no dualidad, el tantra, la alquimia o la geometría sagrada.
Durante el estudio, experimentación y creación de esta obra integro con firmeza esa paz también en los aparentes desafíos de la vida, en las incomodidades, en la relación conmigo misma, con el otro, en balance y equilibrio, en la paradoja de ser todo y nada a la vez, entregándome y aceptando lo que es, rindiéndome por completo al servicio de lo que es a través de mi.
Gran parte de esta obra es canalizada, un juego de escucha, recepción y acción que descubro a cada instante.
Es una obra que siento abierta, inacabada hasta cuando me invite a la vida a cerrarla.
Nace del amor y vuelve a él.
Todas las obras que aquí puedes adquirir están inspiradas en este proceso de vida, en las distintas fuentes de las que me he ido nutriendo en estos últimos 12 años y en el mensaje que siempre se me ha invitado a escuchar, a integrar en la experiencia y a compartir:
Ser Uno.
Te entrego mi expresión a través del arte y la conciencia.
Agradezco profundamente que estés adquiriendo una de estas fotografías, que ahora también es tuya.
Que el amor con el que ha sido creada expanda tu corazón y el de todos los seres. Que tu alma descanse en la paz y la gracia y recuerdes la belleza que es en ti.
Gracias, eres completamente amado.